La despensa es el reino del slow food, sin prisas y sin pausas. La presiden un señor pernil, que no comeremos de una vez (si no hay unos buenos invitados), y un arroz que gastaremos a demanda y prepararemos en el momento oportuno. Son dos fondos de armario básicos, que en un mismo plato o en un mismo menú, han combinado siempre de maravilla, porque entre ellos se produce una simbiosis mágica de sabores y texturas. Y el arroz absorbe todos los sabores del jamón.
El mundillo gastronómico valora cuatro zonas arroceras históricas: tres son DOP: Calasparra, Delta del Ebro y Valencia, y una está en camino, Pals, en Girona. ¿Cuál es la mejor? Los cocineros han comprobado que las variedades son lo principal, que el bomba o el bahía son ideales para la paella y los arroces caldosos.
Calasparra, Delta del Ebro y Valencia